Se acabaron las vacaciones...

Pues sí, ya estamos casi todos de vuelta al curro, pero para que el cambio no sea tan brusco, qué mejor que unos bocatas campestres.
Lo bonito de pasear por el campo, es que puedes dedicarte a la observación y el estudio de los animalitos:
Aquí podemos ver un especímen típico de estos parajes rurales, la "loirus vulgaris" o rubia común:



También en los mismos paisajes se encuentran otros ejemplares característicos de la fauna gallega: de izquierda a derecha vemos el "pelambrerus felix" o peludo feliz; la morena de azul, "presentadoris galaicus" en latín; el retaguardius vibratoruum", también conocido como "culito zumbón"; y el "obesum sin pelum" o comúnmente gordo calvito



Lo bonito de estos animales es que no son para nada agresivos, y agradecen profundamente el ser alimentados con bocatas de calamares (salvo excepciones, en las que lo prefieren de chorizo con queso).
Si os encontráis a estas criaturas por el monte no lo dudéis, alimentadlos y serán felices. Vosotros os quedáis sin bocata, pero con la satisfacción de haber hecho una buena obra.

Ah, por cierto, estos ejemplares tienen otro tipo de costumbres cuando se pone el sol: cambian el monte por las barras de los bares, y prefieren tomar otro tipo de cosas: cerveza y licor café forman la base de su alimentación nocturna